Juventudes Socialistas de España (JSE) y la Joventut Socialistas de Catalunya (JSC) han presentado la “Estrategia de Barcelona 2020”, un conjunto de compromisos debatidos con 33 entidades sociales que marcarán las propuestas políticas de ambas organizaciones durante la próxima década, y que son el fruto del debate y el intercambio de ideas realizado a lo largo de este fin de semana.
El conjunto de propuestas que recoge la “Estrategia de Barcelona 2020” están englobadas dentro de los seis grandes ejes ideológicos que han enmarcado el debate del I Foro de Movimientos Sociales: Educación e innovación, emancipación, compromiso global y desarrollo sostenible, igualdad, diversidad y ciudadanía, y nuevos derechos y libertades.
Educación e innovación
Según los jóvenes socialistas sólo en las sociedades en las que los ciudadanos disfrutan de una educación plena, de una formación académica y profesional integradora y de calidad se puede lograr la emancipación de los seres humanos.
Por ello se comprometen a trabajar para que la inversión en innovación, educación e investigación llegue al 2% en el año 2020, y a que la educación de 0 a 3 años sea pública en esa misma fecha. Además, se marcan como objetivo conseguir que en diez años el 50% de los estudiantes reciban una beca, y se comprometen a trabajar para que, en el corto plazo, al menos el 80% de los ciudadanos obtengan un título académico medio reduciendo el fracaso escolar.
Emancipación
Para los jóvenes socialistas conseguir la emancipación es lograr la autonomía personal, y por ello consideran imprescindible enlazar formación, empleo y vivienda como partes inseparables de un proyecto de vida que ha de contemplar los nuevos modelos de familia.
Ambas organizaciones proponen que en los próximos años se incremente progresivamente el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de los trabajadores hasta llegar a los 1.000 euros, y la modificación de la legislación para reservar la utilización de las becas en empresas a personas en proceso de formación académica, delimitando así la frontera entre los contratos de formación y los contratos de prácticas.
Además, consideran necesario priorizar la emancipación de mujeres, jóvenes e inmigrantes, como colectivos más débiles, y reivindican que se establezca una relación más estrecha entre formación y empleo, que se ataje el fracaso escolar, y que se dé prestigio de la Formación Profesional.
Compromiso global y desarrollo sostenible
En el ámbito medioambiental, los jóvenes socialistas apuestan por un cambio en el modelo energético que implique el incremento del uso de las energías renovables, el cierre progresivo de las centrales nucleares, empezando por Garoña, y el desarrollo de una cultura social que tome conciencia de la escasez de determinados recursos planetarios, a través de la formación en un consumo responsable.
En cuanto a la lucha contra las desigualdades en el mundo, JSE y JSC reivindican que en 2020 se destine el 1% del Renta Nacional Bruta a la ayuda al desarrollo, y se comprometen a que los proyectos de cooperación internacional estén enfocados a la consecución de un nuevo modelo de sociedad basado en la equidad de género, y la aplicación de los Derechos Humanos.
Igualdad
Para ambas organizaciones, la igualdad tiene que seguir siendo el eje de las políticas socialistas, y establecen la necesidad de colaborar con los movimientos sociales para implantar una igual libertad como garantía frente al sometimiento y la dominación a la que se ven sometidas día a día miles de personas.
Por ello establecen su compromiso de trabajar para acabar con la doble discriminación que padecen las mujeres jóvenes en el ámbito formativo, laboral y social, como mujeres y como jóvenes, y la necesidad de garantizar un mejor acceso de los jóvenes a los recursos relacionados con su salud sexual y reproductiva.
Diversidad y ciudadanía
Para los jóvenes socialistas el entendimiento y el mestizaje son los nutrientes de una democracia sólida y con perspectiva de futuro, y por ello se comprometen a fomentar una profundización en el aspecto participativo de la democracia, dando cabida a la expresión de las diversas realidades ciudadanas.
Concluyen que deben hacer de la convivencia en la diversidad un elemento distintivo de la izquierda política y social, y consideran fundamental realizar una labor de sensibilización social y de educación inclusiva que tenga en consideración las realidades de colectivos históricamente marginados.
Piden que se reconozca el derecho al voto de las personas inmigrantes, y se comprometen a realizar políticas que abarquen la protección social y económica de las personas discapacitadas, y a trabajar por el cumplimiento de una igualdad real más allá de las leyes.
Nuevos derechos y libertades
En el ámbito de los derechos y libertades, ambas organizaciones piden el reconocimiento del derecho al voto a partir de los 16 años.
Además, consideran necesario desarrollar un nuevo Derecho Penal acorde a las nuevas libertades, que evite populismos, reivindican el derecho a una muerte digna, como expresión última de la libre conciencia del ser humano, y muestran su oposición a la cadena perpetua.
Por último, JSE y JSC consideran necesario elaborar una Ley de Libertad Religiosa que garantice el derecho a creer, a no creer, a practicar o no una religión o a cambiar de creencias, separando definitivamente a las confesiones religiosas de los poderes y servicios públicos, especialmente la católica, y reclaman la implantación de una renta básica de ciudadanía, individual e incondicional, medida de modo acorde al umbral de pobreza, en el marco de una economía de consumo.